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sábado, 15 de abril de 2017

El poder del Perdón




 El poder del perdón.

En el transcurso de la vida las experiencias y el conocimiento se acumulan, crecen, permitiendo tomar mejores decisiones, permitiéndonos ver la vida desde una perspectiva diferente.
A veces, cuando la forma en que obtenemos la experiencia es agradable, seguimos adelante sin prestarle mayor atención, acumulamos nuestra experiencia, la relacionamos con algo agradable (sentimientos/sensaciones) y continuamos con nuestro viaje en el tiempo hacia adelante.


En otras ocasiones, cuando la experiencia es desagradable, hacemos la relación con SENTIMIENTOS/SENSACIONES desagradables y detenemos nuestro viaje en el tiempo (al menos esa parte relacionada con la experiencia) y echamos esa experiencia en el baúl de los recuerdos, creemos que continuamos nuestro viaje en el tiempo hacia adelante, pero la mente, al menos la parte que está relacionada con la experiencia, se encuentra anclada ahí, generando sentimientos como dolor, ira, resentimiento, etc., entre más sentimientos de este tipo se acumulen eventualmente (dependiendo del sentimiento), esto desencadenara en una enfermedad.



Cuando se desencadena la enfermedad es como revivir el pasado, esa experiencia, esa persona en particular, nos perdemos el ahora cuando estamos en el ayer. El pasado ancla, atrapa y mata. El presente libera. Sólo en el tiempo del ahora nos permitiremos vivir satisfactoriamente.

El pasado es el recuerdo doloroso obtenido del baúl, el sentimiento que se convirtió en resentimiento, la experiencia dolorosa que le llamamos culpa. El amor que se transformó en odio, la sensibilidad que se vuelve sensiblería. Pesada carga que a veces llevamos con nosotros, equipaje que no nos permite vivir sino sobrevivir a duras penas.

Accedemos al presente cuando perdonamos, nos perdonamos y perdonamos a los demás. Perdón, palabra mágica y sanadora. Perdonar no es estar de acuerdo, perdonar no es aceptar los hechos ocurridos, perdonar no es olvidar, tampoco es negar lo que nos pasó. El perdón no justifica pero tampoco juzga. El perdón te libera del pasado y te pone en tiempo presente.
El eterno ahora. Momento maravilloso donde existen todas las posibilidades de cambio y transformación; en el cual tú comprendes y no solo entiendes, aceptas pero no te resignas, aprendes para crecer y no para sufrir. Dejas de ser víctima y te conviertes en aprendiz.
Recuperas de esa manera el poder que alguna vez en ese pasado, lo habías extraviado. Poder de dirigir, determinar y direccionar tu vida. Poder de amar, comprender y aprender. De construir un futuro a partir del presente.

El perdón no cuestiona, no tiene preguntas del pasado, porque ese pasado ya se fue. No importa lo sucedido porque ya sucedió. Pero si es importante lo que hagas en el presente porque eso determinará el futuro. No te conviertas en víctima de otras víctimas, ni en actor de dramas de dolor y sufrimiento. Crea tu propia obra. Sé tú el guionista, el director y el observador.


 Abre tu corazón al perdón, libérate de toda esa carga que te está pesando y no te deja avanzar. Perdona desde la comprensión amorosa, no para que cambies a los que te dañaron o justifiques los hechos acontecidos. Perdona para que seas feliz y recuperes la paz. Comprende que detrás de todo hecho por más doloroso y funesto que acontece siempre existe un significado profundo.
Perdónate a ti mismo, recupera tu integridad y tu inocencia.
Sobre todas las cosas que hayas hecho, cometido o protagonizado; considera que sigues siendo inocente a pesar de todo.

Libérate del miedo, del dolor y de la culpa. Siente que todos tenemos el derecho de equivocarnos alguna vez, pero también disponemos de la obligación de aprender para no repetir la experiencia dolorosa.
Perdona a los demás, mira en cada agresor una víctima de su pasado. En cada hecho de dolor una enseñanza que aprender. No dejes que te conviertan en víctima de otras víctimas y en victimario de los demás.
Acepta los hechos que ocurrieron, no como resignación sino como actitud transformadora para el cambio. Convierte ese odio y resentimiento en comprensión amorosa, la culpa en aprendizaje y el miedo en coraje.
Despierta de la pesadilla tenebrosa del pasado a la vida cálida que te espera en el presente.

Igualmente, si crees que ya has perdonado pero continuas sufriendo alguna enfermedad, quizás necesites ayuda, si es así, contáctanos, con la poderosa ayuda de la hipnosis, seguro lo logras.

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